martes, 1 de mayo de 2007

ENTRE LAS PROFUNDIDADES DEL MAR

ENTRE LAS PROFUNDIDADES DEL MAR

En el año 2000 y para las vacaciones de mitad de año decidimos viajar a Santa Marta, pues ninguno de los integrantes de mi familia conocía el mar y era la oportunidad perfecta para hacerlo.
Para llegar a esa hermosa ciudad tuvimos uno que otro problema pues el avión no puedo aterrizar en el aeropuerto de allí, por lo que tuvimos que desvordar en la ciudad de Barranquilla y tomar un autobús que nos llevó hasta la calurosa Santa Marta.
Una vez llegamos, nos dirigimos a un apartamento ubicado en el "rodadero", una zona muy turística y conocida de aquella ciudad. Durante el viaje visitamos los lugares más concurridos y exóticos para conocer y obviamente no faltaron las visitas a las payas donde nadamos, buecamos, nos bronceamos y en donde ocurrieron momentos, unos graciosos y otros no tanto.
Recuerdo que nos montamos en una de las famosas "bananas", que como su nombre lo indica era una "banana" inflable que recorría parte del mar, sin saber que nos botarían a todos en medio del agua y como yo era muy pequeña no sabía que hacer así que opté por agarrarme muy fuerte de la "banana" para no ahogarme, hasta llegar al punto de quedar debajo de ella causando en mis padres un gran susto, pues todos los pasajeron salían al aire menos yo. Aunque en aquel instante sentí miedo y pánico, hoy lo recuerdo como uno de los anécdotas más graciosos junto a mi familia.
No obstante, esto no fué lo único que ocurrió, mi hermana resultó picada por un "aguamala" uno de los tantos animales marítimos, sin saber que la solución a su dolor seria un poco de orina encima de la herida.
Mi mamá, al no estar acostumbrada a la exposición del sol terminó insolada hasta el punto de delirar a causa de las altas fiebres y mi papá inconciente debido a los tragos, amaneció en una de las playas de Santa Marta al lado de un grupo de "negritos" tocando y cantando puro vallenato "ventiado"
A pesar de estos hechos, la sensación de haber conocido el mar nunca podrá olvidarse pues más que los accidentes y anécdotas ocurridos estábamos como un verdadera familia unida e inseparable, algo que jamás volvera a suceder.

No hay comentarios: